Conoce tus alternativas para la prevención del VIH
- Adia Aponte
- Oct 16
- 2 min read
Hablar del VIH hoy no es lo mismo que hace 20 o 30 años. Los avances en prevención y
tratamiento han cambiado el panorama de forma radical, ahora contamos con herramientas
seguras, accesibles y científicamente comprobadas que permiten vivir sin miedo y con más
libertad. Pero, ¿cuáles son esas opciones y cómo se complementan entre sí?
En este blog te comparto cuatro estrategias de prevención del VIH que toda persona debería
conocer.
El condón: un clásico que nunca pasa de moda
El condón es probablemente la herramienta de prevención más conocida. Y con razón, pues,
sigue siendo una forma simple, práctica y efectiva de protegerte. Su uso correcto previene el VIH
y otras infecciones de transmisión sexual (ITS), además de ser económico y fácil de conseguir en
farmacias, clínicas y hasta en espacios comunitarios.
Aunque a veces se piensa que ya existen métodos “más modernos”, la realidad es que el condón
sigue siendo insustituible porque, a diferencia de otras estrategias, también protege contra ITS
como la sífilis, la gonorrea y el VPH.
PrEP: la prevención del VIH más poderosa
En los últimos años, la profilaxis preexposición o PrEP ha transformado la forma de prevenir el
VIH. Se trata de un medicamento que, tomado de manera correcta, reduce drásticamente la
posibilidad de adquirir el virus.
Hoy en día existen dos formas de PrEP, la pastilla diaria y la inyección cada dos meses. Esto
brinda opciones para diferentes estilos de vida, siempre bajo la recomendación y supervisión de
un proveedor de salud.
Eso sí, la PrEP no sustituye al condón. Como no protege contra otras ITS, lo ideal es combinarla
con pruebas periódicas y prácticas de autocuidado.
PEP: actuar a tiempo puede marcar la diferencia
La vida está llena de imprevistos. Puede que en algún momento hayas tenido una situación de
riesgo y no usarás protección. Para esos casos existe la profilaxis postexposición o PEP, un
tratamiento de emergencia diseñado para reducir el riesgo de adquirir VIH después de una
posible exposición.
En esta opción, el tiempo es crucial, la PEP debe comenzar lo antes posible, y siempre dentro de
las primeras 72 horas. Consiste en tomar medicamentos antirretrovirales durante 28 días, bajo
supervisión médica.
Es importante recordar que la PEP no está pensada para usarse de manera regular. Si las
exposiciones son frecuentes, la mejor opción es hablar con tu proveedor sobre iniciar PrEP.
Recuerda que la prevención del VIH no se limita a una sola opción, cuentas con herramientas
que puedes adaptar según tu realidad, tu estilo de vida y tus necesidades. Lo más importante es
estar informado y tomar decisiones conscientes.


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